Gonzalo Aguirre hace una lista en su editorial de hoy en “El País” sobre otros “nunca más” que también deberían considerarse:
Nunca más a los “fiscalazos” en tiempos de bonanza económica, que mal disfrazan de impuesto a la renta un brutal e innecesario impuesto a los sueldos y a las pasividades.
Nunca más a leyes que largan a los delincuentes a las calles ni a Ministros de Interior que se preocupan más por los presos que por la seguridad de la gente decente. Y que no permiten reprimir a los manifestantes violentos, “para evitar males mayores”.
Nunca más a las ocupaciones inconstitucionales de los lugares de trabajo, a la prepotencia sindical y a un gobierno que legitima las primeras -decretazo mediante- y tolera la segunda.
Nunca más a una política exterior inexistente ni a un canciller nominal y cegado por su ideología anacrónica, censurado por toda la sociedad.
Nunca más al desprecio de la Constitución, patentizada por una Fiscal de Corte sin venia del Senado y por Directorios bipartitos y cuatripartitos en los Entes y Servicios.
Nunca más a la pérdida del tren cuyo destino era nada menos que un tratado de libre comercio con los EE.UU., a pesar de haber llegado y permanecido en el andén bastante antes de que la locomotora partiera.
Nunca más a los coqueteos con el indeseable y peligroso mandón venezolano, al acto de genuflexión configurado por la aprobación parlamentaria de su ingreso al Mercosur, ni al negocio del tío Bartolo, celebrado por Ancap con Pedevesa.
Nunca más a la imprevisión y al mal manejo del gravísimo conflicto con Argentina, con reacciones débiles, tardías o inexistentes, ante la prepotencia del gobierno vecino.
Nunca más a la persecución de ciudadanos en la Administración, entes e Intendencias -léase de blancos y colorados- por su filiación política.
Nunca más un Directorio de OSE que, tras decapitar a toda la plana mayor del organismo -echada o retrogradada a funciones secundarias- y perder el tiempo en denuncias penales signadas por revanchismo político, nos obsequió dos semanas de agua turbia, intomable.
Nunca más a un Directorio de Ancap que deja a la población sin supergás, al llegar un crudo invierno.
Nunca más a una enseñanza con menos horas de inglés y con textos de historia contemporánea oficialista, que tiran a la basura la laicidad.
Nunca más a un ministro inútil, apodado Marco Polo, ni a un Intendente de Maldonado como el que hay.
¡NUNCA MAS, ciudadanos, un gobierno del Frente Amplio!
El editorial de “El País” puede leerse en su versión completa aquí.